CURSO TRIENAL: UNA ÉPOCA INOLVIDABLE DE MI VIDA
Dr. Reinaldo Premat
Promoción 1983- Curso Superior de Especialización en Cirugía Plástica
El Director del Curso Superior Trienal, el Dr. Ricardo Losardo, me solicitó un relato sobre mi experiencia como ex-alumno de este postgrado para publicarlo en la Revista Argentina de Cirugía Plástica. Ante este desafío, siguen a continuación unas líneas entrañables y llenas de historia y nostalgia.
El inicio.
Nací en el año 1952 en la ciudad de Córdoba, Argentina y me gradué como Médico Cirujano en el año 1975, en la Universidad Nacional de Córdoba, habiendo sido practicante en la Cátedra de Cirugía Experimental y en el Servicio de Cirugía General del Hospital Nacional de Clínicas, donde por primera vez tomé contacto con la investigación y la docencia.
En el año 1976, inicié mi Residencia médica en el Hospital Aeronáutico de Córdoba, donde comencé mi vida profesional asistencial. Finalizada la misma, a fines de 1979, me radico con mi esposa, en la Capital Federal, con la expectativa de poder realizar la especialización en cirugía plástica.
El Curso Trienal de la AMA.
Por aquel entonces, había sólo dos opciones: el Curso de Especialistas que dictaba la Universidad del Salvador y el Curso Trienal que organizaba la A.M.A. Ambos se habían creado recientemente. Tenían poca historia, recién egresaban sus primeros alumnos. Ambos tenían las mismas rotaciones pero el de la AMA era gratuito. Realicé ambas entrevistas de admisión. Tuve la suerte de ingresar en este último y lo inicié en julio de 1980.
El Curso Trienal consistió en 6 rotaciones semestrales por servicios reconocidos y con exámenes de evaluación al finalizar cada uno de las rotaciones. Todo estaba sistematizado y ordenado. Las mismas eran compartidas con los cursantes de la Universidad del Salvador. Por la A.M.A. rotábamos: Plazzotta, Bigeschi y yo. Por el Salvador: Ferrero, Tuccillo, Reilly, Buquet y Ortega. De todos los cursistas guardo un buen recuerdo, pero muy especialmente de mi gran AMIGO Alfredo Bigeschi, con quien compartimos estudio, trabajos, cafés, dolores profundos y alegrías; y también cirugías nocturnas que terminaban con una pizza en los Campeones de la Boca.
En cuanto a los docentes que más influenciaron en mi vida, debo mencionar: en el Instituto del Quemado, al Dr. Alberto Otero (Charly) y a quienes me enseñaron “a lavar” los pacientes quemados, los Dres. Mefano y Dodero.
En el Hospital de Niños “Gutiérrez”, a su jefe, al Dr. Oscar Mallo acompañado de un equipo excepcional, integrado por los Dres. Pedro Dogliotti, Susana Ruiz, C. Barayobre y Héctor Marino (hijo), entre otros.
En el Hospital “Aráoz Alfaro”, de Lanús, al Dr. Flavio Sturla con sus enseñanzas en cirugía maxilofacial y al Dr. Esteban De Luca con su cirugía nasal.
En el Hospital “Mariano Castex”, de San Martín, estuvimos guiados por el Dr. Néstor Maquieira, acompañado por el Dr. Marcelo Di Paola.
En el Instituto de Radiaciones, al Dr. Enrique Gandolfo -un gran cirujano- y su mano derecha, el Dr. Rodolfo Toledo Ríos.
La última rotación la realicé en el Hospital “Pirovano”, allí se prestaba especial atención a la cirugía estética. Un gran Servicio conducido por el SEÑOR Dr. Raúl Fernández Humble a quien acompañaban los Dres. Julio César Fiorentino, Luis Heredia (Lucho) y quien fuera mi mayor maestro el Dr. Jorge Herrera, de quien obtuviera los mayores y mejores conocimientos; y aún hoy al tiempo y a la distancia me veo tratando de emularlo en sus gestos o palabras, justas y precisas.
Durante los tres años del Curso, nos cruzábamos con alumnos de distintos años. Así, por encima nuestro estaban Polisky y Moguillansky; y venían abajo Rodríguez, Soria y Tagliapietra. Soria y yo, éramos del interior del país. Todos nos veíamos al momento de rendir los exámenes y sufríamos por un rato todos juntos. Con Plazzotta, Bigeschi y yo egresamos en julio de 1983 (1). Recuerdo que en aquella mesa examinadora estaba el maestro Ernesto Malbec, entre otros. Finalmente, con orgullo, constituimos la tercera promoción de egresados del flamante Curso Superior Trienal.
Durante los tres años que duró mi formación, los medios económicos para mi subsistencia la logré con guardias hospitalarias que realizaba los sábados y domingos, a fin de aprovechar al máximo el Curso y así le podía dar una dedicación “full time”. También oficiaba de ayudante generalmente “ad honorem” a cirujanos plásticos que conocía en las rotaciones del Curso.
El después.
Hoy he descubierto que guardo con mucho cariño aquellos tiempos de formación en la especialidad. Esos docentes han dado lo mejor de sí, por simple vocación, con un gran altruismo. Que esto continúe en los tiempos actuales, de egoísmos e individualismos acentuados, es producto de acertadas gestiones de las sucesivas Direcciones, que se han comprometido con responsabilidad, poniendo dedicación y esfuerzo en una causa colectiva. Como si fuera poco, en 32 años de existencia, de este Curso han egresado 67 cirujanos plásticos, entre ellos 5 extranjeros, traspasando de esta manera nuestras fronteras (2).
El Curso fue realmente formativo, por la variedad de las disciplinas y el compromiso de los docentes. Estoy seguro que, en cada uno de nosotros, constituyó la etapa formativa más importante y fundamental de nuestra vida profesional. Si entendemos que con él se inicia el camino de un buen especialista, esto adquiere una dimensión aún mayor.
Causas personales determinaron mi alejamiento del ejercicio de la medicina, lo cual me permite tener ahora una visión diferente de aquella realidad. No hay duda del valor extraordinario de aquella etapa trascendente en nuestra formación profesional y humana. Es un orgullo para mí pertenecer al grupo de egresados de este Curso.
Conceptos compartidos
Ha llegado a mis manos el último número de la Revista Argentina de Cirugía Plástica, con varios artículos que refrescan la trayectoria del Curso, desde sus orígenes hasta la actualidad (3, 4, 5 y 6). Quisiera transcribir algunos conceptos de los profesores consultos de este Curso, con los que me siento identificado:
“El Curso Superior creíamos todos nosotros venía a llenar un vacío. Pensábamos que era necesario para el país. Hoy día, con un largo tiempo transcurrido se ha confirmado esta presunción. Para quienes integrábamos la Comisión Directiva de aquel entonces, la de 1977, que apostamos fuerte a esta estructura de formación y capacitación, hoy respiramos tranquilos y tenemos la sensación del deber cumplido” (De Santis) (3).
“…el Curso Superior de SACPER… muestra el camino al joven médico. En estos tiempos actuales, tan distintos a los tiempos en los que yo me formé, veo con agrado y satisfacción que estos principios siguen siendo el estandarte de esta escuela de formación” (Sturla) (4)
“…se observa que en la estructura actual persiste aquel estilo que le dieron sus maestros fundadores” (Toledo Ríos) (5).
“Como vemos, los tiempos cambian y el desafío de todo Curso es mantenerse en la primera línea, renovando su espíritu pero conservando su esencia. El Curso Superior de Especialización en Cirugía Plástica de SACPER, que he acompañado como docente desde su creación y a lo largo de toda mi vida, lo viene logrando con esmero y dedicación en estos 32 años de vida” (Nacif Cabrera) (6).
El volver
Cuando estaba escribiendo estas líneas en mi hogar cordobés, en un ambiente de domingo familiar, se acerca mi señora y mis tres hijos; y me preguntan qué estaba haciendo con tanta concentración. Y entonces le contesto: “por unas horas volví a vivir una época especial de mi vida”. Y mirando a mi señora, les dije: “¿te acordás el esfuerzo que hicimos para que yo haga el Curso Trienal de la AMA?”. Ella asintiendo, con una sonrisa y con una caricia -delante de mis hijos- me hizo deslizar una lágrima que resumía de una manera emotiva y breve, el esfuerzo compartido y el logro obtenido.
Bibliografía
1) Plazzotta, S. : Mis recuerdos del Curso de Especialistas en Cirugía Plástica. Revista Argentina de Cirugía Plástica, 2009; 15: 144-145.
2) Losardo, R. y col.: La formación y titulación del Cirujano Plástico en la SACPER. Revista Argentina de Cirugía Plástica, 2009; 15: 128-132.
3) De Santis, U.: Curso Superior Trienal: mirada retrospectiva y análisis actual de un protagonista. Revista Argentina de Cirugía Plástica, 2009; 15: 135-138.
4) Sturla, F.: Curso Superior Trienal: vivencia de uno de sus fundadores. Revista Argentina de Cirugía Plástica, 2009; 15: 141-143.
5) Toledo Ríos, R.: Origen y evolución del Curso Superior de Especialización en Cirugía Plástica – SACPER. Revista Argentina de Cirugía Plástica, 2009; 15: 139-140.
6) Nacif Cabrera, V.: Curso Superior Trienal SACPER, un lugar de formación y capacitación. Revista Argentina de Cirugía Plástica, 2009; 15: 133-134.
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