EL CURSO DE ESPECIALIZACIÓN EN CIRUGÍA PLÁSTICA EN MI VIDA
Dr. Marcelo Stambulsky
Promoción 2001 - Curso Superior de Especialización en Cirugía Plástica.
Miembro Titular de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires (AMA).
Relato mi experiencia vivida hace unos 10 años en el Curso Superior de Especialización en Cirugía Plástica, los tiempos previos y los posteriores a él, los colegas que más recuerdo en esta trayectoria y cómo influyeron en mi vida profesional.
Los consejos previos al Curso.
Terminando mi carrera de medicina y siendo mi padre cirujano general, le pregunté cómo seguía después. Luego de escuchar mis inquietudes, me dijo: “anda a verlo a Pedro Mugaburu a ver que te dice”. Concurrí a su consultorio y fue determinante: “hace primero cirugía general y después me venís a ver”.
Salí medio desencantado, me pareció que se deshizo de mí. ¡Qué equivocado estaba! Pero yo ya había decidido mi especialidad: la cirugía plástica. Le informé a mi padre lo acontecido y me respondió: “hace lo que él te diga”.
Sin margen de movimiento, terminé mi formación como cirujano general. Además rendí mi examen de miembro titular de la Asociación Argentina de Cirugía y me encaminé nuevamente al consultorio del Dr. Pedro Mugaburu, con la alegría del deber cumplido. Entonces me dijo: “hace el Curso de la Sociedad de Cirugía Plástica: son tres años y si querés vení al mismo tiempo a ver mis cirugías, así te vas entusiasmando más”.
El Curso Superior Trienal.
A fines de junio de 1998, me presenté a la entrevista de admisión del Curso. Recuerdo que el jurado estaba integrado por numerosos profesores. En especial, me acuerdo que su Director, el Dr. Paulino Morales, me preguntó -entre otras cosas- ¿por qué quería ser cirujano plástico? Le respondí que representaba una especialidad que combinaba perfectamente dos elementos que me gustaban: operar y crear. Lo noté satisfecho con mi respuesta. Así, con gran alegría, ingresé junto con otros tres postulantes.
Inicié mi primera rotación en el Hospital de Quemados. Allí me encontré con un compañero de Facultad, el Dr. Santiago Laborde, que era Jefe de Residentes. Inmediatamente me puse bajo su ala y aprendí mucho. Gran lugar para alguien que quiere trabajar. Nos dejaban hacer de todo.
Luego concurrí al Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”. Excelente rotación, muy bien organizada y gente macanuda. Confieso que en algún momento pensé en quedarme…
La tercera rotación fue en el Hospital “Ramos Mejía”. Allí cursé cirugía maxilo-facial y pude ver casos interesantes. Servicio muy organizado. Agradezco al Dr. César Nocito que nos dejó ayudar en las cirugías.
La cuarta rotación fue en el Hospital Naval con cirugía de miembros y mano, con el Dr. Néstor Maquieira. Excelente persona, médico y profesor. La humildad y la sencillez de los grandes.
La quinta rotación fue en el Hospital de Oncología “Marie Curie”. El Jefe, el Dr. Ricardo Losardo, pendiente de todos y muy buena persona. Muy buen ambiente de trabajo con gente capaz. Aprendí mucho.
La sexta rotación en el Hospital Tornú. Me recibió el Dr. Enrique Gagliardi y si bien ya venía con conocimientos de cirugía estética, los profundicé y conocí una gran persona que trasmitió con generosidad todos sus conocimientos.
Finalizamos tres de los cuatro ingresantes. Era julio del 2001 y ahora sí era cirujano plástico.
Los consejos posteriores al Curso.
Había decidido dedicarme a la cirugía estética. Recuerdo las palabras de mi maestro, el Dr. Pedro Mugaburu, en aquel momento del inicio del ejercicio de la especialidad: “Marcelo: a partir de ahora, mucho trabajo, esfuerzo, dedicación y responsabilidad. No hay otra forma”. Así, lo entendí.
Son muchos los que me permitieron realizar mi sueño que es ser cirujano plástico y finalmente vivir de mi profesión, lo que no es poco decir hoy en día. Pero un párrafo aparte merece en mi vida profesional, el Dr. Pedro Mugaburu, con quien actualmente trabajo.
Entre otras cosas, él fue el que me motivó para rendir el examen de miembro titular de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires y pertenecer a la misma. Aprovecho esta oportunidad para agradecerle todo lo que ha hecho por mí, principalmente por haberme dado la confianza suficiente para desarrollar mi actividad profesional y enseñarme en el día a día con su ejemplo.
En resumen, el Curso Superior Trienal me sirvió para tener una visión integral de la cirugía plástica y rotar por los Servicios donde mejor se realiza cada subespecialidad. Los vínculos docente-alumno establecidos en aquella época permitieron seguir hoy día en contacto con los profesionales más capacitados en cada disciplina. Y después de todo lo aprendido, siempre surge alguna duda para consultarles y me siguen respondiendo como en aquellos años del Curso. ¡Gracias a todos!
Dirección del autor
Uriburu 1228 – 1º “B”
(1114) – Capital Federal
4826-4819
[email protected]
Promoción 2001 - Curso Superior de Especialización en Cirugía Plástica.
Miembro Titular de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires (AMA).
Relato mi experiencia vivida hace unos 10 años en el Curso Superior de Especialización en Cirugía Plástica, los tiempos previos y los posteriores a él, los colegas que más recuerdo en esta trayectoria y cómo influyeron en mi vida profesional.
Los consejos previos al Curso.
Terminando mi carrera de medicina y siendo mi padre cirujano general, le pregunté cómo seguía después. Luego de escuchar mis inquietudes, me dijo: “anda a verlo a Pedro Mugaburu a ver que te dice”. Concurrí a su consultorio y fue determinante: “hace primero cirugía general y después me venís a ver”.
Salí medio desencantado, me pareció que se deshizo de mí. ¡Qué equivocado estaba! Pero yo ya había decidido mi especialidad: la cirugía plástica. Le informé a mi padre lo acontecido y me respondió: “hace lo que él te diga”.
Sin margen de movimiento, terminé mi formación como cirujano general. Además rendí mi examen de miembro titular de la Asociación Argentina de Cirugía y me encaminé nuevamente al consultorio del Dr. Pedro Mugaburu, con la alegría del deber cumplido. Entonces me dijo: “hace el Curso de la Sociedad de Cirugía Plástica: son tres años y si querés vení al mismo tiempo a ver mis cirugías, así te vas entusiasmando más”.
El Curso Superior Trienal.
A fines de junio de 1998, me presenté a la entrevista de admisión del Curso. Recuerdo que el jurado estaba integrado por numerosos profesores. En especial, me acuerdo que su Director, el Dr. Paulino Morales, me preguntó -entre otras cosas- ¿por qué quería ser cirujano plástico? Le respondí que representaba una especialidad que combinaba perfectamente dos elementos que me gustaban: operar y crear. Lo noté satisfecho con mi respuesta. Así, con gran alegría, ingresé junto con otros tres postulantes.
Inicié mi primera rotación en el Hospital de Quemados. Allí me encontré con un compañero de Facultad, el Dr. Santiago Laborde, que era Jefe de Residentes. Inmediatamente me puse bajo su ala y aprendí mucho. Gran lugar para alguien que quiere trabajar. Nos dejaban hacer de todo.
Luego concurrí al Hospital de Niños “Ricardo Gutiérrez”. Excelente rotación, muy bien organizada y gente macanuda. Confieso que en algún momento pensé en quedarme…
La tercera rotación fue en el Hospital “Ramos Mejía”. Allí cursé cirugía maxilo-facial y pude ver casos interesantes. Servicio muy organizado. Agradezco al Dr. César Nocito que nos dejó ayudar en las cirugías.
La cuarta rotación fue en el Hospital Naval con cirugía de miembros y mano, con el Dr. Néstor Maquieira. Excelente persona, médico y profesor. La humildad y la sencillez de los grandes.
La quinta rotación fue en el Hospital de Oncología “Marie Curie”. El Jefe, el Dr. Ricardo Losardo, pendiente de todos y muy buena persona. Muy buen ambiente de trabajo con gente capaz. Aprendí mucho.
La sexta rotación en el Hospital Tornú. Me recibió el Dr. Enrique Gagliardi y si bien ya venía con conocimientos de cirugía estética, los profundicé y conocí una gran persona que trasmitió con generosidad todos sus conocimientos.
Finalizamos tres de los cuatro ingresantes. Era julio del 2001 y ahora sí era cirujano plástico.
Los consejos posteriores al Curso.
Había decidido dedicarme a la cirugía estética. Recuerdo las palabras de mi maestro, el Dr. Pedro Mugaburu, en aquel momento del inicio del ejercicio de la especialidad: “Marcelo: a partir de ahora, mucho trabajo, esfuerzo, dedicación y responsabilidad. No hay otra forma”. Así, lo entendí.
Son muchos los que me permitieron realizar mi sueño que es ser cirujano plástico y finalmente vivir de mi profesión, lo que no es poco decir hoy en día. Pero un párrafo aparte merece en mi vida profesional, el Dr. Pedro Mugaburu, con quien actualmente trabajo.
Entre otras cosas, él fue el que me motivó para rendir el examen de miembro titular de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires y pertenecer a la misma. Aprovecho esta oportunidad para agradecerle todo lo que ha hecho por mí, principalmente por haberme dado la confianza suficiente para desarrollar mi actividad profesional y enseñarme en el día a día con su ejemplo.
En resumen, el Curso Superior Trienal me sirvió para tener una visión integral de la cirugía plástica y rotar por los Servicios donde mejor se realiza cada subespecialidad. Los vínculos docente-alumno establecidos en aquella época permitieron seguir hoy día en contacto con los profesionales más capacitados en cada disciplina. Y después de todo lo aprendido, siempre surge alguna duda para consultarles y me siguen respondiendo como en aquellos años del Curso. ¡Gracias a todos!
Dirección del autor
Uriburu 1228 – 1º “B”
(1114) – Capital Federal
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