CURSO SUPERIOR TRIENAL: HONOR Y GRATITUD.
Dr. Mario Gustavo Safranchik
Promoción 1999 - Curso Superior de Especialización en Cirugía Plástica.
Miembro Titular de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires.
Médico Cirujano Plástico – Hospital Municipal de Oncología María Curie (GCBA)
Escribo estas líneas como ex –alumno del Curso Superior Trienal con motivo del pedido que me fuera hecho para publicar en esta revista.
Mi vocación por la especialidad
Empezó a gestarse cuando cursaba cirugía durante la Carrera de Medicina, allá por 5º año de la Facultad. Ya tenía la convicción que iba a ser cirujano y la cirugía plástica me resultaba absolutamente atractiva por esa mezcla de ciencia y de arte, que no veía en casi ninguna otra especialidad.
Egresé de la Facultad de Ciencia Médicas de la UNBA, en el año 1988 e ingresé en la Residencia de cirugía general en el Hospital Israelita de Buenos Aires, cuyo Jefe de Servicio era el Prof. Dr. Eduardo Schiepatti y mientras aprendía las reglas básicas de la cirugía, miraba con atención la actividad del Servicio de Cirugía Plástica, a cargo del Dr. Bernardo Waismann. El Dr. Schiepatti se jubilaba ese año y lo sucedía el Prof. Dr. Eduardo Bumaschny, también Prof. Titular de la Cátedra de Cirugía de la UBA.
Terminé mi formación y luego de un año como Jefe de Residente en ese mismo hospital, ingreso en el año 1993, por concurso, al Hospital de Oncología “Maria Curie” como cirujano de guardia. Ya había cumplido mi primer paso: ser especialista en cirugía general.
Así iba desarrollando la especialidad de cirugía general hasta que, en el año 1996, decido por fin, presentarme al examen de ingreso del Curso Superior Trienal, que dependía de la SACPER y de la AMA; siendo uno de los Cursos oficiales de la Escuela de Graduados de esta última. Para los postulantes era un honor ingresar a él. Mi expectativa era asistir así durante todas las mañanas y durante tres años a los distintos Servicios de Cirugía Plástica que formaban el Curso y obtener esta segunda especialidad.
Mi paso por el Curso Superior Trienal
Es a partir de mediados de 1996, luego de aprobar el examen de ingreso, donde cambió rotundamente mi futuro profesional. En el examen conocí a quienes luego respetaría y admiraría por la dedicación que habían puesto en nosotros: los Dres. Paulino Morales y José Nociti, como Director y Secretario General del Curso Trienal. Así comienzo el Curso, junto con tres médicos cirujanos entre muchos interesados.
La primera rotación fue Quemados, a cargo del Dr. Víctor Nacif Cabrera. El comienzo en el Hospital de Quemados fue muy duro, ver los pacientes con grandes quemaduras como ingresaban al quirófano, de hecho, el primer día que vi. a uno, le dije a mi compañero de cursada: “me voy, esto no es para mi”, por suerte, me tomó del cuello de mi guardapolvo y me dijo tranquilamente, “esperá un poquito, no te apresures”…y acá estamos.
Luego, fuimos al Hospital de Niños, a cargo de la Dra. Susana Ruiz, con un buen equipo de profesionales y compartiríamos la actividad asistencial con los cursistas de la UBA, con quienes nos interrelacionamos durante toda la cursada. En esta rotación realizábamos tareas de sala y participábamos como ayudantes en las cirugías. Recuerdo a los médicos de planta, los Dres. Rubén Aufgang, Mirta Moreno y Jorge Ciechomsky, entre otros.
La tercera rotación fue en el Hospital Ramos Mejía, a cargo del Dr. Manuel Viñal. Allí cursamos cirugía maxilo-facial, cuyo equipo médico estaba formado por odontólogos y cirujanos plásticos; y pudimos participar de las cirugías que allí se realizaban. La particularidad de esta rotación, fue para mí, la excelente organización de la residencia de la especialidad.
Luego, pasamos al Hospital Naval con el Dr. Néstor Maquieira. Allí cursamos la materia miembros. Hubo mucha actividad docente y de consultorio, gran cantidad de ayudantías caracterizaron a esta rotación.
La quinta rotación, que correspondía a la materia oncología la realicé en mi hospital, en el “Marie Curie”, donde actualmente continúo. Allí conviví con un grupo heterogéneo de profesionales formados en distintos hospitales, como del Durand y del Ramos Mejía. El jefe, Dr. Ricardo Losardo, sumaba y unía ese numeroso grupo. Nos hizo participar de gran cantidad de cirugías en esa rotación. Se le daba gran importancia a los tumores de piel y partes blandas, las reconstrucciones mamarias y al aspecto médico legal de la especialidad. Recuerdo a los Dres. Olga Silva (ya fallecida) y Alfredo De Maussión como referentes del Servicio. Allí compartíamos todo con cursistas de la USAL y se constituía un clima de estudio, respeto y tolerancia.
La última rotación, la más esperada y también la más disfrutada: estética, en el Hospital Tornú, en un ambiente distendido y de camaradería, a cargo del Dr. Enrique Gagliardi, acompañado de excelentes cirujanos de planta, los Dres. Justo La Torre y Tito Leoni, entre otros.
Y así fue desarrollándose – a lo largo de 3 años inolvidables- el Curso, con rotaciones de mucho trabajo y exigentes exámenes después de cada rotación.
Cuando egresé del Curso en 1999, finalizaba con dos de mis compañeros: Raúl Tolaba y Bernardo Wainstein. El cuarto ingresante había quedado en este difícil y exigente camino. Con nosotros, también finalizaba la Dirección del Curso, el Dr. Paulino Morales, después de muchos años de conducción, ya que con él se había iniciado el Curso.
El legado del Curso Superior
A la distancia miro mis comienzos en la especialidad y si tuviera que volver a empezar, haría exactamente los mismos pasos. He aprendido que la cirugía plástica es una especialidad que abarca el tratamiento de diferentes neoplasias, malformaciones congénitas, reparación de defectos producidos por traumas, etc. y lo que más nos agrada a la mayoría de los cirujanos plásticos: la estética.
El Curso me brindó bases sólidas de formación profesional y ética, sentando los cimientos para mi desarrollo posterior y fijando conceptos sólidos que aplicó en la actividad diaria. Por supuesto, como toda etapa de aprendizaje, me permitió vivir momentos buenos y de los otros, pero de una riqueza incalculable en cuanto a todas las experiencias vividas durante el mismo.
La pertenencia a la Sociedad de Cirugía Plástica y a la Asociación Médica Argentina fue un objetivo personal que me lo he planteado de entrada, ya que no concibo el ejercicio de una especialidad médica sin un marco científico de referencia. El Curso también nos enseñó esta realidad.
En pocas palabras, en la cirugía plástica encontré mi vocación, gracias a ella, me pude realizar profesional y también humanamente, quizás, todavía queden algunos o muchos objetivos a cumplir, el tiempo lo dirá…Pero al momento actual estoy agradecido por la experiencia vivida.
Perspectiva actual del Curso Superior
Como ex alumno observo, hoy día, al Curso desde una perspectiva totalmente objetiva.
Hoy el Curso Superior tiene también la suerte de estar bajo la Dirección del Dr. Ricardo Losardo. Nosotros en el Hospital de Oncología “Maria Curie” lo tuvimos como Director de la institución durante tres años y medio. Podemos decir que hay un antes y un después de su gestión hospitalaria. Estoy seguro que ocurrirá lo mismo con el Curso. Ya que si personalidad le permite llevar con éxito desafíos diversos y su impronta y estilo son singulares.
A través de la actual gestión el Curso, hoy los egresados se están reuniendo a través de una Comisión de ex –alumnos con el fin de volcar nuestra experiencia en el Curso. De esta manera, tradición y actualización convergerían en beneficio de las futuras promociones. En estos últimos años, se están impulsando cambios en el Curso Superior Trienal pero conservando su enfoque tradicional.
Creo que debido a las fuerzas de las circunstancias y obviamente por voluntad de la Dirección actual se está promoviendo una política de apertura del Curso Superior Trienal. Como ex –alumno pienso que se está en el camino correcto y deseo que el éxito nos acompañe y que el Curso se fortalezca cada día más.
Gratitud
Vaya mi agradecimiento a quienes, directa o indirectamente contribuyen a mi formación profesional. Sería muy larga la lista si tuviera que nombrarlos a todos e injusto si olvidara circunstancialmente a alguien, pero seguramente quienes lean estas humildes y modestas líneas, sabrán reconocerse en ellas.
No obstante, me gustaría nombrar a tres colegas. Ellos son: primero, mi compañero de estudios, el Dr. Raúl Tolaba, con quien recorrí el camino de la formación desde el inicio; y luego, a dos docentes del Curso Superior, los Dres. Justo La Torre y Ricardo Losardo, quienes no sólo me guiaron en aquella época en la práctica diaria sino que son referentes de consulta en la actualidad en sus respectivos temas.
Bibliografía
1) Losardo R. J; Dimópulos A. N: Curso Superior de Especialización de Cirugía Plástica – SACPER. 25 años de historia. Rev. Arg. Cir. Plást. 11: 44, 2005.
2) Losardo R. J.: Curso Superior de Especialización de Cirugía Plástica: espíritu de tres décadas de existencia. Rev. Arg. Cir. Plást. 13: 110, 2007.
3) Dimópulos A. N.: Curso Superior de Especialización de Cirugía Plástica: trigésimo aniversario. Rev. Arg. Cir. Plást. 13: 111, 2007.
Dirección del autor:
Ramos Mejía 881 – 2º “A”
(1405) Capital Federal
4983-8035
[email protected]
Promoción 1999 - Curso Superior de Especialización en Cirugía Plástica.
Miembro Titular de la Sociedad de Cirugía Plástica de Buenos Aires.
Médico Cirujano Plástico – Hospital Municipal de Oncología María Curie (GCBA)
Escribo estas líneas como ex –alumno del Curso Superior Trienal con motivo del pedido que me fuera hecho para publicar en esta revista.
Mi vocación por la especialidad
Empezó a gestarse cuando cursaba cirugía durante la Carrera de Medicina, allá por 5º año de la Facultad. Ya tenía la convicción que iba a ser cirujano y la cirugía plástica me resultaba absolutamente atractiva por esa mezcla de ciencia y de arte, que no veía en casi ninguna otra especialidad.
Egresé de la Facultad de Ciencia Médicas de la UNBA, en el año 1988 e ingresé en la Residencia de cirugía general en el Hospital Israelita de Buenos Aires, cuyo Jefe de Servicio era el Prof. Dr. Eduardo Schiepatti y mientras aprendía las reglas básicas de la cirugía, miraba con atención la actividad del Servicio de Cirugía Plástica, a cargo del Dr. Bernardo Waismann. El Dr. Schiepatti se jubilaba ese año y lo sucedía el Prof. Dr. Eduardo Bumaschny, también Prof. Titular de la Cátedra de Cirugía de la UBA.
Terminé mi formación y luego de un año como Jefe de Residente en ese mismo hospital, ingreso en el año 1993, por concurso, al Hospital de Oncología “Maria Curie” como cirujano de guardia. Ya había cumplido mi primer paso: ser especialista en cirugía general.
Así iba desarrollando la especialidad de cirugía general hasta que, en el año 1996, decido por fin, presentarme al examen de ingreso del Curso Superior Trienal, que dependía de la SACPER y de la AMA; siendo uno de los Cursos oficiales de la Escuela de Graduados de esta última. Para los postulantes era un honor ingresar a él. Mi expectativa era asistir así durante todas las mañanas y durante tres años a los distintos Servicios de Cirugía Plástica que formaban el Curso y obtener esta segunda especialidad.
Mi paso por el Curso Superior Trienal
Es a partir de mediados de 1996, luego de aprobar el examen de ingreso, donde cambió rotundamente mi futuro profesional. En el examen conocí a quienes luego respetaría y admiraría por la dedicación que habían puesto en nosotros: los Dres. Paulino Morales y José Nociti, como Director y Secretario General del Curso Trienal. Así comienzo el Curso, junto con tres médicos cirujanos entre muchos interesados.
La primera rotación fue Quemados, a cargo del Dr. Víctor Nacif Cabrera. El comienzo en el Hospital de Quemados fue muy duro, ver los pacientes con grandes quemaduras como ingresaban al quirófano, de hecho, el primer día que vi. a uno, le dije a mi compañero de cursada: “me voy, esto no es para mi”, por suerte, me tomó del cuello de mi guardapolvo y me dijo tranquilamente, “esperá un poquito, no te apresures”…y acá estamos.
Luego, fuimos al Hospital de Niños, a cargo de la Dra. Susana Ruiz, con un buen equipo de profesionales y compartiríamos la actividad asistencial con los cursistas de la UBA, con quienes nos interrelacionamos durante toda la cursada. En esta rotación realizábamos tareas de sala y participábamos como ayudantes en las cirugías. Recuerdo a los médicos de planta, los Dres. Rubén Aufgang, Mirta Moreno y Jorge Ciechomsky, entre otros.
La tercera rotación fue en el Hospital Ramos Mejía, a cargo del Dr. Manuel Viñal. Allí cursamos cirugía maxilo-facial, cuyo equipo médico estaba formado por odontólogos y cirujanos plásticos; y pudimos participar de las cirugías que allí se realizaban. La particularidad de esta rotación, fue para mí, la excelente organización de la residencia de la especialidad.
Luego, pasamos al Hospital Naval con el Dr. Néstor Maquieira. Allí cursamos la materia miembros. Hubo mucha actividad docente y de consultorio, gran cantidad de ayudantías caracterizaron a esta rotación.
La quinta rotación, que correspondía a la materia oncología la realicé en mi hospital, en el “Marie Curie”, donde actualmente continúo. Allí conviví con un grupo heterogéneo de profesionales formados en distintos hospitales, como del Durand y del Ramos Mejía. El jefe, Dr. Ricardo Losardo, sumaba y unía ese numeroso grupo. Nos hizo participar de gran cantidad de cirugías en esa rotación. Se le daba gran importancia a los tumores de piel y partes blandas, las reconstrucciones mamarias y al aspecto médico legal de la especialidad. Recuerdo a los Dres. Olga Silva (ya fallecida) y Alfredo De Maussión como referentes del Servicio. Allí compartíamos todo con cursistas de la USAL y se constituía un clima de estudio, respeto y tolerancia.
La última rotación, la más esperada y también la más disfrutada: estética, en el Hospital Tornú, en un ambiente distendido y de camaradería, a cargo del Dr. Enrique Gagliardi, acompañado de excelentes cirujanos de planta, los Dres. Justo La Torre y Tito Leoni, entre otros.
Y así fue desarrollándose – a lo largo de 3 años inolvidables- el Curso, con rotaciones de mucho trabajo y exigentes exámenes después de cada rotación.
Cuando egresé del Curso en 1999, finalizaba con dos de mis compañeros: Raúl Tolaba y Bernardo Wainstein. El cuarto ingresante había quedado en este difícil y exigente camino. Con nosotros, también finalizaba la Dirección del Curso, el Dr. Paulino Morales, después de muchos años de conducción, ya que con él se había iniciado el Curso.
El legado del Curso Superior
A la distancia miro mis comienzos en la especialidad y si tuviera que volver a empezar, haría exactamente los mismos pasos. He aprendido que la cirugía plástica es una especialidad que abarca el tratamiento de diferentes neoplasias, malformaciones congénitas, reparación de defectos producidos por traumas, etc. y lo que más nos agrada a la mayoría de los cirujanos plásticos: la estética.
El Curso me brindó bases sólidas de formación profesional y ética, sentando los cimientos para mi desarrollo posterior y fijando conceptos sólidos que aplicó en la actividad diaria. Por supuesto, como toda etapa de aprendizaje, me permitió vivir momentos buenos y de los otros, pero de una riqueza incalculable en cuanto a todas las experiencias vividas durante el mismo.
La pertenencia a la Sociedad de Cirugía Plástica y a la Asociación Médica Argentina fue un objetivo personal que me lo he planteado de entrada, ya que no concibo el ejercicio de una especialidad médica sin un marco científico de referencia. El Curso también nos enseñó esta realidad.
En pocas palabras, en la cirugía plástica encontré mi vocación, gracias a ella, me pude realizar profesional y también humanamente, quizás, todavía queden algunos o muchos objetivos a cumplir, el tiempo lo dirá…Pero al momento actual estoy agradecido por la experiencia vivida.
Perspectiva actual del Curso Superior
Como ex alumno observo, hoy día, al Curso desde una perspectiva totalmente objetiva.
Hoy el Curso Superior tiene también la suerte de estar bajo la Dirección del Dr. Ricardo Losardo. Nosotros en el Hospital de Oncología “Maria Curie” lo tuvimos como Director de la institución durante tres años y medio. Podemos decir que hay un antes y un después de su gestión hospitalaria. Estoy seguro que ocurrirá lo mismo con el Curso. Ya que si personalidad le permite llevar con éxito desafíos diversos y su impronta y estilo son singulares.
A través de la actual gestión el Curso, hoy los egresados se están reuniendo a través de una Comisión de ex –alumnos con el fin de volcar nuestra experiencia en el Curso. De esta manera, tradición y actualización convergerían en beneficio de las futuras promociones. En estos últimos años, se están impulsando cambios en el Curso Superior Trienal pero conservando su enfoque tradicional.
Creo que debido a las fuerzas de las circunstancias y obviamente por voluntad de la Dirección actual se está promoviendo una política de apertura del Curso Superior Trienal. Como ex –alumno pienso que se está en el camino correcto y deseo que el éxito nos acompañe y que el Curso se fortalezca cada día más.
Gratitud
Vaya mi agradecimiento a quienes, directa o indirectamente contribuyen a mi formación profesional. Sería muy larga la lista si tuviera que nombrarlos a todos e injusto si olvidara circunstancialmente a alguien, pero seguramente quienes lean estas humildes y modestas líneas, sabrán reconocerse en ellas.
No obstante, me gustaría nombrar a tres colegas. Ellos son: primero, mi compañero de estudios, el Dr. Raúl Tolaba, con quien recorrí el camino de la formación desde el inicio; y luego, a dos docentes del Curso Superior, los Dres. Justo La Torre y Ricardo Losardo, quienes no sólo me guiaron en aquella época en la práctica diaria sino que son referentes de consulta en la actualidad en sus respectivos temas.
Bibliografía
1) Losardo R. J; Dimópulos A. N: Curso Superior de Especialización de Cirugía Plástica – SACPER. 25 años de historia. Rev. Arg. Cir. Plást. 11: 44, 2005.
2) Losardo R. J.: Curso Superior de Especialización de Cirugía Plástica: espíritu de tres décadas de existencia. Rev. Arg. Cir. Plást. 13: 110, 2007.
3) Dimópulos A. N.: Curso Superior de Especialización de Cirugía Plástica: trigésimo aniversario. Rev. Arg. Cir. Plást. 13: 111, 2007.
Dirección del autor:
Ramos Mejía 881 – 2º “A”
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4983-8035
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